Molino Rojo de Lavapiés, el Madrid subterráneo de los 60
Por mucho que Hemingway o Ava Gardner publicitasen sus noches de desenfreno por la Gran Vía, sin duda el Madrid del franquismo era un sitio descolorido, quizás de las capitales más sosas del siglo XX1. Hasta tal punto llegaba el aburrimiento, que cuando la nueva hornada de burguesía y de funcionarios futuros cumplió veinte años…