Union Jack: estilo brit hasta la bandera

En Sweet & Dandy nunca hemos sido mucho de honrar banderas, no al menos con las connotaciones y los poderes que le confieren algunos, pero asumiendo que son una realidad y que representan cosas, nos cuesta poco decir que la bandera británica, la célebre Union Jack, es de las más bonitas que existen. Para nosotros, su significado empieza…

Scuttlers: la subcultura pionera de la época victoriana

Los scuttlers fueron una de las primeras subculturas urbanas de las que se tiene constancia. Surgidos en la Inglaterra de 1870, durante poco más de dos décadas se convirtieron en la principal manifestación contracultural de la época victoriana. Violentos, atildados y de origen obrero, constituyeron un auténtico dolor de cabeza para la sociedad burguesa, que los demonizó…

Sharpies, la subcultura olvidada de Australia

Los sharpies son una de las subculturas urbanas más singulares del s.XX, ya que su estilo a medio camino entre los chavs, el glam y los skinheads tradicionales los ha hecho pasar por una especie de rednecks urbanos ubicados en las antípodas. Su cóctel de rasgos característicos incluye influencias tan variopintas como los rockers o la inmigración italiana a…

Donkey jacket, estilo obrero para los skinheads

La donkey jacket es una de las prendas más vinculadas a la cultura skinhead, y aunque nunca ha gozado de la aceptación de las cazadoras bomber y harrington, su carácter obrero  hace de ella una apuesta segura para lograr un estilo clásico. Se trata de una chaqueta recta de cinco botones, hecha de lana negra o azul marino,…

Quadrophenia: más que parkas y anfetaminas

  Se cumplen 38 años del estreno de Quadrophenia, probablemente la mejor película que se ha rodado sobre culturas urbanas. Se proyectó por primera vez el 14 de septiembre de 1979 en el Festival Internacional de Toronto, ganándose a público y crítica por su reflejo no solo del movimiento mod, sino de la sociedad inglesa…

Mundial de Inglaterra 66: la Copa que se robó dos veces

Un Wembley abarrotado de jóvenes atildados con traje estrecho, música vanguardista en la retaguardia y cerveza sin restricciones; una época efervescente donde confluyen el hedonismo y las utopías; un campo lleno de futbolistas broncos donde también florecen artistas reconocidos. Rugen las gradas, hace calor. Es sábado, 30 de julio, 1966. Final del Mundial de Inglaterra. Que empiece…