Relato publicado en Polvos de Talco #4
Cuando Mauritius me dijo «vamos al Sausalito» me puse unos calcetines nuevos y metí diez chelines en la cartera. Sonaba como si California nos esperase de veras, pero era mejor aún: todas las chicas de Wolverhampton salían allí, y también los macarras de los alrededores que los sábados por la tarde vaciaban las factorías y…