La identidad skinhead, en todas sus interpretaciones y variedades, se basa en una gama de códigos estilísticos y visuales estrechamente ligados a la ropa y el corte de pelo. El material gráfico asociado a esta subcultura – fanzines, posters, flyers, catálogos, y portadas de discos o libros – sigue unos convencionalismos y pautas propios, generalmente mostrando su relación con la subcultura mediante dibujos o fotografías de los skinheads, acompañados de títulos en negrita y símbolos asociados con esta escena, como determinadas prendas, banderas o discos. La propia palabra “skinhead” aparece con mucha frecuencia.
Los clichés visuales1 más recurrentes son las imágenes de skinheads en acción (corriendo, luchando, representando algo o viendo un concierto) o posando, generalmente mirando de frente al espectador, tanto en dibujos como en fotografías; con aquellos que están en segundo plano mostrando una actitud más agresiva o extrema. La imagen suele centrarse en las botas (normalmente Dr. Martens o botas militares), vistas desde muy cerca y apretadas al máximo, o en los tirantes, en las camisas Fred Perry o Ben Sherman, en los vaqueros estrechos con dobladillo, o en caras, puños y tatuajes.
La columna «Yell» abordaba la subcultura skinhead en la publicación underground «International Times». La sencillez era el principal rasgo de estas ediciones artesanales.
Los medios utilizados son casi siempre fotografía y dibujo, ya que ambos son accesibles para creadores poco experimentados y se adaptan bien a métodos sencillos de reproducción, como las fotocopias.
La escena skinhead padece y se beneficia a la vez de la falta de difusión comercial y cultural, por lo que hay pocos ejemplos de diseños profesionales o de alto nivel en comparación con subculturas más comerciales, como la etapa final del movimiento hippy, el punk y new wave, los góticos, emos, nuevos románticos o el hip-hop.
El diseño skinhead es abiertamente contundente y directo. El uso de fotos e ilustraciones con un marcado contraste entre blanco y negro se complementa con letras en negrita y tipografías verticales, compactas y sin remates, o con grandes mayúsculas góticas. Al igual que en los fanzines del punk, el uso de pegatinas Letraset2 era común en los skinzines tardíos, lo cual limitó el acceso a una gama más amplia de tipos de letra, llevando a la estandarización de los convencionalismos más que al diseño gráfico.
Los elementos derechistas se desviaron de esta fórmula incorporando multitud de fuentes de tipo gótico, una antigua caligrafía europea en la que la oscuridad de las letras se impone al candor del papel.
La supervivencia de letras góticas en Alemania a principios del s.XX, con frecuencia atribuida a la tradición protestante, condujo a asociarlas con el nazismo, sobre todo en el caso de las fuentes schwabacher y fraktur. Sin embargo, es una idea errónea, ya que el partido nazi adoptó unas letras más verticales y rígidas, concebidas por diseñadores locales para actualizar el estilo gótico y eliminar sus rasgos más caligráficos.
Letraset y dibujos a mano, el Word de los años 60.
Mientras que la versión oficial sugería que las nuevas letras “mantienen uniforme y fuerte, limpia y poderosa, una expresión convincente de la nueva determinación alemana”, era habitual que los tipógrafos las desacreditasen como schaftstiefelgrotesk o “fascistada grotesca”3 .
Estas sutilezas tipográficas se fueron perdiendo en los skininzes derechistas, en los que se empleaba cualquier fuente que a simple vista recordase al prototipo de letra gótica junto con símbolos directamente apropiados de las tradiciones nórdica o celta (la cruz céltica y las runas se hicieron habituales) y referencias nazis “ocultas”, incluyendo la encriptación con códigos numéricos (el 18 en vez de la primera y octava letras del alfabeto, AH, las iniciales de Adolf Hitler; y 88 en sustitución de HH o “Heil Hitler”).
Uno de los símbolos más comunes entre los skins, el dibujo del skinhead crucificado, fue diseñado por Mick Furbank para la tienda de Last Resort en Petticoat Lane (Londres). Habitulamente entendido como una alegoría de la persecución de la escena, es empleado por ambas facciones, izquierda y derecha, de la subcultura, siendo ampliamente adoptado como tatuaje por skinheads de todo el mundo.
Estos símbolos tan fáciles de reproducir conforman un lenguaje gráfico que es accesible y sencillo de difundir en toda la subcultura skinhead.
Skinheads vs autoridad. Puro fondo de armario.
*Traducción propia de «Boots, braces and blackletter: Skinhead graphics». Bestley, Russ (Profesor de Diseño Gráfico, London College of Communication).
1-Visual tropes en el original. Aunque la palabra tropo existe en español con el mismo significado, el término cliché resulta más familiar. Aquí se utiliza desprovisto de cualquier connotación negativa.
2-Compañía británica de artes gráficas que comercializaba letras adhesivas en distintos formatos. Fue muy popular entre diseñadores y artistas gráficos desde los años 60 hasta finales de los 80.
3-En el original “jackboot grotesque” o “bota militar grotesca”. En Alemania el concepto suele emplearse para referirse a los regímenes totalitarios, especialmente al nazismo.